Paris se salva en el Marne III

lunes, 11 de enero de 2010

El teniente Piccard anuncia la invasion

Eran aproximadamente las 2 de la tarde del 4 de Agosto de 1914 cuando una patrulla de lanceros belgas se detuvo en la cima de una colina y permanecio bajo la sombra de algunos arboles para vigilar la frontera de Belgica con Alemania. Los hombres de la patrulla belga se limpiaban el sudor mientras el teniente escrutaba el horizonte con los prismticos mientras observaba la frontera. Cuando el oficial dijo "Aqui estan veo un grupo de ulanos", uno de los lanceros cogio la paloma mensajera de la cesta que llevaba consigo. El oficial escribio rapidamente una nota en la hoja de una libreta de apuntes: "Divisamos un peloton de ulanos en direccion a Remouchamps. Teniente Piccard".Y aseguro despues la hojita al anillo que la paloma llevaba en la pata. El ave se levanto inmediatamente en vuelo en el cielo azul de Agosto. Fue asi como el alto mando belga supo que habia empezado la invasion alemana.

No era una sorpresa para los belgas esto debido a que hacia ya cuarenta y ocho horas de que el gobierno aleman habia presentado un ultimatum exigiendo la libertad de transito de sus ejercitos por su territorio. La tesis alemana era descaradamente hipocrita: ya que los belgas no estaban en condicionesde rechazar un previsible ataque frances ellos se veia obligados con amargura a prever por si mismos esa eventualidad, vital para la defensa militar de Alemania. En Berlin se daba por descontado la negativa belga, pero se habia previsto que la resistencia se limitaria a algun lance "para salvar el honor". La ocupacion de Belgica le habia sido encomendada a un pequeño ejercito -60,000 hombres en total- a las ordenes del general Otto Von Emmich. Los ulanos avistados por el teniente Piccard constituian su patrulla de vanguardia.

Los belgas eran conscientes de sus nulas posiblidades de victoria, pero esperaban resistir al menos hasta el momento en que franceses e ingleses acudiesen en su ayuda, cumpliendo con el compromiso ya adquirido. Disponian, por otra parte en el itinerario de marcha de Alemania sobre Francia dos ciudades fortificadas: Lieja y Namur. La primera situada, a la izquierda del Mosa, estaba protegida por una fortaleza y circundada por una corona de fuertes semienterrados pertrechados con piezas de artilleria de 210 mm, pequeños cañones de disparos rapidos y ametralladoras. Avanzada la tarde del 4 de Agosto, los alemanes irrumpieron en territorio belga y se encaminaron hacia Lieja. Pero en cuanto empezaron a hechar los primeros pontones sobre el mosa, les detuvo el fuego rabioso de las fortalezas. A la mañana siguiente reemprendieron el ataque sobre los fuertes. Los alemanes tenian prisa, ya que debian respetar su minucioso plan de marcha , pero se vieron forzados a detenerse para afrontarse a la primera experiencia sorprendente de la guerra: nadie habia previsto la imposibilidad de avanzar en formacion cerrada, una tactica dieciciochesca, si el enemigo disponia de ametralladoras.




Planos de los fuertes de Lieja.

Desde un comienzo, de hecho, los oficiales alemanes llevaron tercamente a sus hombres al descubierto provocando con ello una matanza. Confiaban en su artilleria, pero en los cañones de Von Emmich no eran capaces de causar el menor rasguño a las fortalezas. Pidieron artilleria de gran calibre, pero hacian falta dos dias para que pudiesen disponer de ellas. El 6 de Agosto comenzaron nuevamente el asalto, con los mismos resultados. En el curso de unos ataques contra la fortaleza de Evegnee, el comandante de la 14ª brigada alemana el general Von Wussow, cayo al frente de sus hombres. Antes de que la brigada se desbandase, ocupo su puesto el general Erich Ludendorff, hecho que contriburia a romper el punto muerto en el que los alemanes se encontraban.


Conquista de los fuertes de Lieja.

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