sábado, 17 de abril de 2010
Ludendorff expugna los fuertes de Lieja
Erich Ludendorff, a sus 49 años, no habia tenido jamas una ocasion para destacarse. Miembro del estado mayor de Von Emmich, era practicamente un desconocido pero esa misma tarde todo cambiaria para el. Ludendorff inauguro una nueva tactica: condujo a un puñado de hombres en orden abierto, al abrigo de las sinuosidades del terreno, y se introdujo entre el fuerte de Evegnee y el de Fleron, en un punto fuera del alcance de las piezas de artilleria belgas. De esa forma llego a la cima de una colina desde la que divisaba Lieja y pidio refuerzos a Von Emmich.
Los belgas estaban entre tanto evacuando la guarnicion: el rey Alberto queria proteger al ejercito y no creia en la resistencia de las fortalezas. Los franceses y los ingleses tardaban en ponerse en marcha y parecian soñar con las esperanza de que la avanzada enemiga terminase antes de empezar. Esa mañana, los periodicos de Bruselas habian hecho una edicion extraordinaria para celebrar lo que llamaban la epopeya de los fuertes de Lieja. Pero el rey Alberto, que habia seguido el desarrollo de las operaciones con espiritu mucho mas critico que sus generales, no se habian hecho ilusiones.
Diagrama de fortificaciones de Lieja.
Fortificacion destruida.
En el cuartel general aleman, por el contrario, empezaba a preocupar la resistencia belga. La fabrica Krupp recibio perentoria orden de entregar alguna pieza de 420mm, las unicas capaces de desmantelar los fuertes. Se envio un dirigble para bombardear Lieja con la intencion de quebrar el animo entre la poblacion civil.Von Emmich recibio una vez mas la orden de avanzar.
Quien lo hizo fue Ludendorff. Harto de esperar al resto del ejercito, el general marcho sobre Lieja con su unica brigada. La ciudad ya habia quedado desguarnecida y el movimiento de Ludendorff fue un exito rotundo. El general entro en la ciudad sin encontrar ninguna resistencia, subio a la fortaleza que la dominaba y se dirigio personalmente a la puerta blindada: los hombres que quedaban en el interior salieron con las manos en alto.
La noticia de la conquista de Lieja supuso el fin de la pesadilla que angustiaba al alto mando aleman. Cuando llego a Berlin la noticia de que Ludendorff habia conquistado Lieja el Kaiser estaba discutiendo con Von Moltke y, presa de un imprevisto arrebato lo beso. Ludendorff se habia ganado la fama de un estratega brillante y afortunado. Sin embargo, las restantes fortalezas seguian resistiendo y los franceses, dedicados a completar su formacion seguian esperando a que los alemanes permaciesen inmoviles y les diesen tiempo a desencadenar la "ofensiva a ultranza" del "plan 17" elaborado por el estado mayor.
(continuara)
0 comentarios:
Publicar un comentario